Durante esta semana y la que viene, me gustaría ahondar en un maravilloso tema, a la par que confuso en ocasiones, como es el amor. Pero no "amor" del que se tiene en una pareja, sino de lo que significa querer a alguien como algo más general, desde el amor a los padres o hermanos o hijos, al amor a los amigos o a la pareja.
Para ello, me apoyaré en palabras ya escritas por otros autores, que ayudarán a definir un poco lo que aquí se pretende.
¿Y qué es eso que entendemos por "amor"? Para empezar, decir que es una palabra que muchos usamos, aunque le solemos dar diferentes matices a su significado según la situación, la persona o simplemente las ideas que nosotros mismos tenemos sobre lo que significa o lo que nos gustaría que significase.
Definir este tipo de cuestiones nos puede ayudar a tener claro de lo que estamos hablando y de lo que no queremos decir con eso de "Te quiero".
"No hablo, por ejemplo, de estar enamorado cuando hablo de amor.
No hablo de sexo cuando hablo de amor.
No hablo de emociones que sólo existen en los libros.
No hablo de placeres reservados para los exquisitos.
No hablo de grandes cosas.
Hablo de una emoción capaz de ser vivida por cualquiera.
Hablo de sentimientos simples y verdaderos.
Hablo de vivencias trascendentes, pero no sobrehumanas.
Hablo del amor como la capacidad de querer mucho a alguien."
Dicho esto, podemos detenernos a pensar: ¿Qué estamos diciendo cuando decimos "Te quiero"? o ¿Qué nos dice quien nos confiesa ese sentimiento?
Cuando queremos a alguien sentimos que nos importa esa persona, que nos interesa su bienestar. Nada más y nada menos. Me doy cuenta de la importancia que tiene para mí lo que hace, lo que le gusta y lo que le duele.
Por eso, y aquí viene la "parte mala", mucho no te quieren aquellos a quienes no les importa demasiado tu vida, aunque te estén diciendo a cada rato lo mucho que te quieren. Igual que darse cuenta de que aún te quieren aquellos que viven pendientes de ti y de lo que te sucede, aunque vayan diciendo que dejaron de quererte o que nunca lo hicieron.
En definitiva, que si quieres a alguien, simplemente te importa lo que le pasa, y si no es así, mucho no lo quieres. Pero tampoco es que sea algo "malo", simplemente es algo real que no depende ni de ti ni del otro.
Otra cosa que también es cierta es que no queremos a todos con la misma intensidad. No vale de nada esforzarse en que "debes" querer a alguien más de lo que lo quieres, pues no queremos a todos con el mismo sentimiento y de la misma manera. A unos tal vez los querremos más, lo cual no es sólo normal, sino que es saludable. De todas formas, en ocasiones también pasa que dedicamos más tiempo a aquellos que no nos importan tanto (bien sea por negocios o por querer tener más cierto "estatus social") que a los que queremos de verdad. A veces pasamos el tiempo intentando agradar a alguien o intentando que esos que no nos quieren tanto lo hagan, en vez de fijarnos realmente en aquel que nos está queriendo y al que también queremos. Como dice Bucay, del que "pillo" recortes para escribir esto, esto último dicho es una necedad, además de "El mejor ejemplo de nuestra peor locura".
Este tipo de cuestiones pueden parecer así expresadas lo que se suele decir "una ida de olla", pero no creo que en algún momento no haya momentos en los pensemos en quién me quiere y quién no, o a quién quiero y a quién no.
Intentemos poner en orden, si no lo tenemos ya, nuestros "Te quiero", pero convirtiendo esos
"Te quiero porque debo quererte..."
"Te quiero porque me conviene quererte..."
"Te quiero porque no quiero estar solo..."
"Te quiero porque necesito cosas que tú me puedes proporcionar..."
"Te quiero porque antes te quería..."
en "Te quiero de verdad, porque sí me importa lo que te pasa".
Bonito... pero aburrido
ResponderEliminarLargo y bien escrito, pero sin pasión o al menos no la suficiente como para que llegue a este humilde lector.
Hazme llorar o reir. No te conformes con un bonito...
Fdo: mi humilde opinión
Agradezco tu opinión.
EliminarMe gusta pensar que ahora tengo un nuevo reto en el horizonte: "escribir con pasión", pues puede que nunca esté de más...
No sé si te haré llorar o reír, ni tampoco pretendo en un futuro contentarte...
Simplemente espero, si se puede y con práctica, mejorar con el tiempo (en parte, gracias a sugerencias como la tuya), y si le sirve a alguien lo que escribo, ya me sentiré satisfecha.
Gracias de nuevo por tu comentario. Nos seguiremos "leyendo"!! =)
Pues yo te quiero de verdad, porque me importa lo que te pasa, aunque tu no te lo creas bichito.
ResponderEliminaruff, un poco largo si que es
Graciñas! :)
EliminarYo también te quiero y me importas, aunque tampoco te lo creas...=P
Reflexiones sobre el amor... interesantes. Quizá le falte pasión, como dice "mi humilde opinión", sin embargo, está lleno de verdades... como la vida misma. La vida no siempre es feliz, ni triste, ni apasionada... ("siempre" y "nunca" en realidad... no existen). Las palabras, sólo son palabras... se van como las horas del día y de la noche... se van porque muchas veces no tienen valor. Como dice alguien que conozco (y quiero): "no deseo en mi vida personas que me digan que me quieren, deseo personas que me demuestren que me quieren"
ResponderEliminarMe has recordado dos frases que a mí me dicen mucho sobre el amor:
"No te quiero porque te necesite, te necesito porque te quiero"
"Quiéreme cuando menos lo merezca... porque será cuando más lo necesite"
Desde el Desván te deseo ¡mucha energía positiva! ;)