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Cumpliría un año menos...

Los cumpleaños son algo así como una caja de sensaciones, como días un poco locos llenos de sentimientos y pensamientos. Puede que a veces nos imaginemos cómo podrá ser el día, pero creo que aunque queramos, nunca acertaremos. Siempre hay algo que sorprende, que nos descoloca en cierto modo, la mayoría de las veces para bien...


Cuando cumplimos años, puede que sin querer, nos da por pensar en todos los años anteriores, cómo fueron, cómo será éste y cómo se resolverán los demás. Repasamos en nuestra cabeza todo aquello que hicimos y nos damos cuenta en qué punto estamos ahora. Al hacerlo, surge en nosotros la respuesta a la gran pregunta..."¿Soy feliz? ¿Soy feliz como estoy ahora y haciendo lo que hago?" Según la respuesta, puede que nos planteemos si debemos cambiar algo o no, para conseguir ser felices. Y lo más importante, si queremos y estamos dispuestos a hacerlo posible. Aunque la respuesta sea positiva, creo que en el fondo sabemos que siempre hay algo que nos gustaría cambiar, por pequeño que sea, y si está en mi mano, pues ¿por qué no hacerlo? Tal vez haciendo algo sea más feliz yo y pueda hacer más felices a los demás. Ya que de poco me servirá intentar ser feliz, si no hago nada porque otros lo sean también. La felicidad de otros puede incluso aumentar y redefinir la nuestra.

En los cumpleaños nos vienen a la cabeza también todas aquellas personas que pasaron por nuestra vida. Unas seguirán estando desde que tenemos memoria, otras que fueron aparecieron más tarde estarán también, y seguramente otras habrán ido quedándose por el camino, bien porque ya no están o porque por circunstancias ya no había motivo de encuentro. Sin embargo, que ya no estén en nuestra vida no quiere decir que se hayan ido de nuestros recuerdos, puesto que formarán siempre parte de ellos, queramos o no. También habrá otras personas que pueden ser digamos "recientes", gente que hace poco que está en tu vida, pero que, aunque no solemos verlo en el presente, seguro que está influyendo en lo que tú eres y en eso que decía sobre ser feliz. Ya que en definitiva, el tema del tiempo es cuestión de cada cuál y de la situación. Hay días que pueden pasar tan rápidos como segundos y segundos que parecen una vida. Eso no importa, lo importante es cómo vivas ese tiempo, no cuánto es, ni si lo gastas o lo pierdes.

Los cumpleaños son, como decía Forrest Gump, como "una caja de sorpresas, nunca sabes cuál te puede tocar". La mayoría de las veces, siempre habrá quien consiga sorprenderte. Es un día además de muchas cosas, que si tirones de orejas, besos, soplar velas, pedir un deseo, algún regalo, algún detalle cariñoso, abrazos...Por eso, los cumpleaños son días para recordarte que debes ser feliz, y sobre todo, que puedes serlo. Y también para no olvidar que a los demás también es importante hacerlos felices, porque eso no te quitará tu felicidad, sino que ésta crecerá.

Recordé tu cumpleaños, y te recordé en el mío...Porque aunque soy feliz, no quiero olvidar que eso también es gracias a ti. Porque "cumpliría un año menos" para regalártelo a ti...Pero te regalaré cada momento que viva por ti. 




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